viernes, 30 de diciembre de 2016

Sobrevolando mi novela



En esta ocasión, como última entrada del año, quería hablaros de cómo empezar una novela. Más allá de géneros.

      Si alguna vez os ha picado el gusanillo de la narrativa extendida, puede que os hayáis sentado a escribir henchidos de inspiración, pero muchas veces (no todas) la historia se queda sin acabar y nunca se retoma.

      Como primer ejercicio o consejo que quisiera proponer (primero porque habrá más) os propongo que una vez que hayáis llegado a ese punto del que no podéis salir (o si la impaciencia no os puede, lo ideal es antes), sentaos con papel y boli y empezad a pensar qué queréis que pase en vuestra novela.

      Puede ser de manera ordenada o a modo de tormenta (porque la inspiración es más urgente que la tormenta) de ideas. Cada uno el método que mejor le venga (o probad ambos antes de decidir cuál es el más adecuado).

      Si ha sido una tormenta, entonces empezad a esbozar un orden. Puede parecer absurdo, pero una vez que se ha planteado el esqueleto de la novela es más fácil no abandonarlo. Yo propongo dejarlo por escrito, hay gente que tiene una memoria prodigiosa y no lo necesita. Pero es importante tener este esqueleto porque nos planteará muchas preguntas que no sabíamos que necesitábamos para escribir una historia.

      Espero que con este post os acerque un poco más a conseguir esa novela que hace tiempo ronda por vuestras cabezas.


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