lunes, 28 de mayo de 2018

El burlador de Sevilla




Esta vez llego con esta adaptación de El burlador de Sevilla.

      La propuesta que realizan modernizando la obra con los trajes que progresivamente llegan al siglo xx, sin deshacer el texto, es digna de ver. Al principio fui reacia ante tanta mezcla de estilos pues me confundía ver zapatos totalmente actuales con un traje encorsetado. O adivinar unos vaqueros con botas de caballero, sin embargo, el vestuario rápidamente se transforma y te lleva hasta una época moderna que no choca con el verso de la obra.

      Ante las actuaciones, excepto una, fueron impecables, debo agradecer a Tisbea que hiciera más llevadera su parte, pues es una de las más largas. Pepe Viyuela encarnó con firmeza y ternura a Catalinón, el cómplice incomprendido que finalmente queda sin amo ni pago.

      También merece un aplauso especial Raúl Prieto que consigue encarnar al verdadero Burlador, sin caer en la trampa del Tenorio de Zorrilla. Jamás escuché pronunciar tan naturalmente su famoso: «Tan largo me lo fiáis».

      No sabría qué destaca más en esta puesta en escena. El decorado es sencillo a veces, pero cuenta con una bonita escalera de mármol con columnas en los soportales, a la vez que la mayoría de escenas se representan si escenografía. La luz siempre en su justo momento y tiempo y las entradas limpias, incluso los accidentes son incorporados con movimientos naturales que incorporan al personaje. 

      El texto de Tirso (según dicen) no pierde peso, no resulta pesado pues no es recitado si no pronunciado, es decir, se nota que los actores comprenden el significado de lo que están diciendo y no se limitan a soltar unas frases y mover el brazo en el momento x, no, ellos hablan y se mueven de natural manera, como debe ser el teatro.

      Realmente son un ejemplo de profesionalidad sobre y fuera del escenario, no se merecen llevar meses sin cobrar su sueldo, máxime cuando el Inaem es una empresa pública y además te cobran las entradas religiosamente. Sólo puedo felicitarles por cada segundo que nos regalan y por vivir para la cultura, como siempre lo relacionado con el humanismo es lo que no se paga.

Muchas gracias a todos por vuestro amor al teatro.


domingo, 20 de mayo de 2018

El banquete


Durante un mes podemos encontrar esta genial obra en la programación del teatro de la comedia.

      Una obra hilada a través de los textos más emblemáticos del teatro, perfectamente hilados, nuevamente, de la mano de Álvaro Tato y dirigida por Helena Pimenta y Catherine Marnas.

      Lo canónico de sus textos se entrelaza con una puesta en escena completamente  moderna en la que el público vive la obra en el mismo espacio que sus personajes y brinda con cada propuesta que hacen sus anfitriones.

      No quiero desvelar nada más pues creo que si eres amante de los mejores dramaturgos de la historia (sí, toda la historia), disfrutarás con cada escena.