Hoy vuelve a tocar el turno del teatro. Anoche pude asistir a la representación de Burundanga, obra que lleva 6 años en la cartelera del teatro Lara por razones bastante obvias cuando la ves.
Es una comedia que consigue hacerte reír de principio a fin, durante 90 minutos puedes olvidarte de tus propias penas y divertirte con el peor secuestro de la historia.
No pasa desapercibido ese aire a comedia de las antiguas, las de los años sesenta que resultaban inocentes y graciosas, sin más pretensión (aparentemente).
Lenguaje rápido y actual, fácil de adaptar a nuevos tiempos si llega a perdurar su texto.
Las actuaciones no tienen pega, cada actor le infiere esencia a los personajes, de modo que te traslada a ese universo nada lejano y humano.
No me gusta nunca contar demasiado de las obras que veo o leo porque me parece mucho más interesante que vayáis a verlas, así que mejor dejo aquí esta minicrítica.
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